viernes, 4 de marzo de 2011

MARIANO

Hoy, es el cumpleaños de mi suegro, hace ochenta años.
Siempre dice cuando llega este día o en Navidad, que es el último, y siempre le tomamos el pelo, aunque es cierto que el pasado año, pasamos muy mal trago con él.

En el pueblo antes de hacerme novia de su hijo, le conocía de vista, pero lo primero que recuerdo fue cuando fui por primera vez a su casa, me sentó a su lado, y estuvo pendiente de que no me faltara nada todo el rato, y recuerdo que ese día descubrí sus ojos azules.
He de decir, que desde entonces hasta ahora, su actitud conmigo no ha variado ni un ápice, que me quiere mucho, y también viceversa.
Me encanta, lo coqueto que es, y el cariño que le tiene a su Elisa, lo pendiente que está de ella, de todo y de todos.

Hoy cuando le felicité me dijo una frase que le tenía oida a su abuela Vitoria (la mujer del famoso Tío Zaca), decía: "El pan seco la hoz espera", en una clara alusión a la muerte, diciéndome que aunque está muy contento de haber llegado hasta aquí, en cualquier momento puede suceder lo que al centeno, que vengan a segarle y a arráncarle de la tierra. 

Yo le he escrito un soneto (mal de medida), pero con todo el cariño del mundo.


Verano 2005 - Celebrando las bodas de oro
CUARENTA MÁS CUARENTA: SUMA Y SIGUE....
Cuarenta más cuarenta
ya son años Mariano,
ganando batallas ufano
que la vida presenta.
Dandi de traje chaqueta
(la corbata no perdona),
Romeo sin nacer en Verona
rendido a su Elisa-Julieta.
Inquieto vivaz y currante,
con familia y maletas de tela
fue de su pueblo emigrante.
La vida corre que se las pela
y dieciséis lustros flamante
sopla hoy, sin dejarse una vela.

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