viernes, 25 de febrero de 2011

CIENTO CUARENTA CARACTERES

Últimamente, me he hecho lectora de algunos blog, y de ciertas columnas de opinión de revistas, y en algunos suelo participar con mis comentarios, pero sin profundizar demasiado, que luego todo se sabe, y la red es muy, pero que muy alcahueta.

En cierto blog, con motivo del segundo aniversario del mismo, su moderador, creador o como se quiera llamar, propuso un concurso en el que había que escribir un relato a modo de twiter, las condiciones eran, que no tuviera más de ciento cuarenta caracteres, y que contara al menos con tres palabras de la lista siguiente: susurro, noticia, embudo, mapa, y almohada.

Me dije: vamos a colaborar en el tema, así que dejé que los dedos se pasearan por el teclado de momento sin mucho control, tratando de hilvanar una micro historia.

Hecho el bosquejo, me puse el contador de caracteres con el fin de ceñirme estrictamente a lo exigido. Naturalmente sin ser nada del otro mundo, el resultado no se ajustaba a las bases del concurso, así que no me quedo otra que hacer corte y confección sobre lo escrito, para conseguir algo inteligible en los malditos ciento cuarenta caracteres.

Aquí pongo los tres textos, siendo el tercero el que envié.

No me gane el premio, que no era más que un reconocimiento público ante el resto de lectores del blog, y hay que decir en mi descargo, que después de enviarlo, el moderador ante el incumplimiento de la medida por parte de la mayoría de los participantes, decidió, que no era necesario que la extensión fuera de ciento cuarenta caracteres.....

De haberme esperado, me podría haber adornado mucho, mucho más..., ¡c´est la vie!

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UNA HISTORÍA MÍNIMA
Era tan pequeño, que no tuvo problemas y pasó por un embudo, y llegó sin problema al país donde la historia era acorde a su tamaño, mínima, allí halló amor a medida, y sin ayuda de mapa, llegó a su almohada, donde ella en un susurro, le dijo ¡quédate!, y esa es la noticia.

 
Por ser tan pequeño pasó por un embudo y llegó sin problema al país donde la historia era acorde a su tamaño, mínima, allí halló amor a medida que en susurro le dijo quédate! dándole el mapa de su almohada

El tan pequeño pasó por un embudo y llegó sin problema al país de historias mínimas donde halló amor a medida que en susurro le dijo quédate! dándole el mapa de su almohada


Foto de Jong Ki Love (Obra en C/ Mendez Ávaro de Madrid)

* Jong Ki Love, es un descubrimiento reciente, me encantan sus historias mínimas, me encanta que los muñequitos de las maquetas cobren vida y vivan aventuras.


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