viernes, 30 de octubre de 2015

¿VAS A LLORAR CUANDO MUERA?

Llega noviembre, y en su día primero el recuerdo por los ausentes, arde como las copas de los árboles otoñales.
 
San Martín de la Vega del Alberche- Ávila - 25 octubre 2014
 
¿Quién no se ha preguntado alguna vez, como seguirá el mundo cuando uno ya no esté?, ¿seguirá mi calle con el bullicio de siempre?, ¿quién vivirá en mi casa?, ¿será feliz como lo estoy siendo yo hasta ahora?, ¿y se acordará alguien de mi?, ¿se emocionarán al recordarme?, ¿sentirán rebeldía por la ausencia?.
 
Sí, todo suena muy egocéntrico, pero yo creo que quien más quien menos, alguna vez ha tenido estos pensamientos.
 
Y sí, el mundo seguirá corriendo, y habrá muchos cambios a mejor, a peor, y nuevas sonrisas y vidas poblaran nuestra calle, nuestra casa de ahora, soñaran nuestros sueños, y tendrán anhelos parecidos, vivirán personas, que se planteen lo mismo que yo ahora, porque serán igual de fugaces que nosotros, y si no hemos sido muy canallas y malos, es probable que se nos recuerde durante algún tiempo, porque la vida es un camino en que todos dejamos huella.
 
San Martín de la Vega del Alberche-Ávila-25 octubre 2014

Pero a pesar de todo, a veces formulamos ciertas preguntas para reafirmarnos en eso del cariño y la huella que dejamos, y esperamos siempre una respuesta positiva que nos consuele a la hora de la partida.
 
Y así fue aquel día de verano en el pueblo, en aquella hora en que la luz del sol dobla las esquinas de la tarde y de la sierra para dorar otros confines, en aquella hora mortuoria del día, cuando mi abuelo me hizo aquella pregunta:

Nunca tuve duda
del aguacero de melancolía,
del rumor de notas de lluvia
en un réquiem sin partitura.

Ni de los ojos y la mirada
incandescentes de pena,
donde prenden las hogueras
con lágrimas de cera.

Tú me preguntaste un día
¿vas a llorar cuando muera?

(Madrid 28 enero de 2.009)


San Martín de la Vega del Alberche-Ávila-25 octubre 2014 vista al cementerio 

 


martes, 13 de octubre de 2015

jueves, 8 de octubre de 2015

lunes, 5 de octubre de 2015

INQUIETA

¿Qué inquietud no sentirá una espiga acercándose a un molino?.
 
¿Qué soledad no tendrá una montaña en la que ningún eco resuene?.
 
¿Quién no inventará alguna vez una plegaria, para recuperar una caricia, una voz, unas palabras?.
 
¿Quién no oraría por regresar a determinado momento, y retener la esperanza, la alegría, o esa felicidad que desearíamos fuera perpetua, para siempre, eterna?.
 
 
 
Espiga foto de Michael Probst
 
 
INQUIETA
Inquieta como espiga
en un molino de agua,
montaña sin eco
al silencio entregada.
 
Ruego al Dios del viento,
sol, tierra, lluvia y grana,
que vengan propicios los tiempos
y cosechar tus palabras.
 
(Raquel-Madrid 2.009)
 
¿Es el tiempo un molino, y a pasito más o menos lento o rápido, nos va convirtiendo en sordas montañas?.
 
Si seguimos inquietas, si seguimos echando plegarias, probablemente no está todo perdido.