lunes, 5 de octubre de 2015

INQUIETA

¿Qué inquietud no sentirá una espiga acercándose a un molino?.
 
¿Qué soledad no tendrá una montaña en la que ningún eco resuene?.
 
¿Quién no inventará alguna vez una plegaria, para recuperar una caricia, una voz, unas palabras?.
 
¿Quién no oraría por regresar a determinado momento, y retener la esperanza, la alegría, o esa felicidad que desearíamos fuera perpetua, para siempre, eterna?.
 
 
 
Espiga foto de Michael Probst
 
 
INQUIETA
Inquieta como espiga
en un molino de agua,
montaña sin eco
al silencio entregada.
 
Ruego al Dios del viento,
sol, tierra, lluvia y grana,
que vengan propicios los tiempos
y cosechar tus palabras.
 
(Raquel-Madrid 2.009)
 
¿Es el tiempo un molino, y a pasito más o menos lento o rápido, nos va convirtiendo en sordas montañas?.
 
Si seguimos inquietas, si seguimos echando plegarias, probablemente no está todo perdido.
 

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