miércoles, 24 de febrero de 2016

DOÑA SANCHA Y DON FERNANDO

De entre todas las estatuas que bordean la plaza de Oriente de Madrid, Doña Sancha y Don Fernando, son las que tienen una pose más relajada y amigable, si las comparamos con otras con las que comparten ese espacio histórico de Madrid, y que reflejan actitudes más desafiantes y soberbias.
 
Será porque son la única pareja de hombre y mujer que hay en la plaza, será porque entre ellos hubo un vínculo sino amoroso, al menos matrimonial, será por todo eso o por nada, lo cierto, es que Doña Sancha y Don Fernando, trascienden algo más que la representación de un pasado de realeza.
 
   
  
O tal vez será porque al pasar casi todos los días por esta plaza y verles, me da por imaginarme historias, que tal vez pasaron, o que tal vez pasen. 
 
  
DOÑA SANCHA Y DON FERNANDO (Estatuas de la plaza de Oriente de Madrid)
Doña Sancha y Don Fernando
cada uno en su peana,
siempre se están mirando
de la noche a la mañana.
 
¡Que gallardo caballero!,
¡que donosura ha esa dama!,
dice cada uno en sus adentros
lo que la piedra calla.
 
Un banquito para sentarse
es el abismo que les separa,
¡imposible el acercarse!
de no ser con la mirada.
 
¡y cuánto amor se adivina!,
(es que estuvieron casados),
en sus pétreas pupilas,
bien se ve reflejado.
 
Y cuando a sus pies se besan
parejas de enamorados,
en su granito rememoran,
dulzores pasados.
 
Él primer rey de Castilla,
Ella, de León la soberana,
echándose miradillas
cada uno en su peana.
 
Madrid - 18 de febrero de 2016