me voy rodando a besos,
las caracolas de tus mares sabios
me van susurrando sus ecos.
Y como Sirena hipnotizada
por sus vericuetos me pierdo,
siguiendo esa voz llamada
que anula otros recuerdos.
Y me hundo dentro de ti
sin pensar en daños o males,
ciega, decidida, feliz
hacia tus fondos abisales.
Madrid -(14 de julio 2011)
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