A J. por los abismos
Vida, muerte amor ahí quedan...
ávidos por la sed y la hambruna,
de mis padres la lujuria y el deseo
probablemente una noche de luna,
me amamantó la pasión
huracán sin amo ni gobierno,
fui suspiro de azahares ciclón,
pulso, latido, alimento.
De mi vida fugaz y leve
dejo por testamento,
un instante pleno y breve,
donde quedó inmóvil el tiempo.
(Madrid 15 de Noviembre de 2010)
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