lunes, 12 de julio de 2010

HISTORIA MINÚSCULA EN UNA GRAN CIUDAD


Es cierto, que las personas que vivimos en grandes ciudades andamos algo deprisa y en volandas, pero no siempre es así, y a mi personalmente, me gusta fijarme, recrearme y sorprenderme con los detalles, sobre todo con los más pequeños, e imaginarme su razón de ser, su historia.
Son historias minúsculas que se dan en cualquier lugar, con las que de pronto tropiezas, y que de algún modo te arrancan una sonrisa, un pensamiento o una ensoñación.
Hace ya unos meses descubrí este pequeño detalle, (debía ir ese día con la cabeza “gacha” y mirando al suelo), y decidí capturarle en fotografía. Lo hice ayer, después de tanto tiempo pensé lo peor..., ¡pero no!..., ¡ahí estaba!, no ha llegado aún a esas calles la operación asfalto del Ayuntamiento de Madrid, que supongo acabará finalmente con esta historia minúscula.

La dirección de esta foto es C/Marqués de Cubas, esquina con C/Alcalá, (una esquina del Banco de España) en Madrid.
 
En medio de un paso de cebra
al lado de un corazón
late a los pies del peatón
rotundo nombre de hembra.

Arañazo punzante que enhebra
la vista a todo el renglón,
alma que perdió el botón
más no el color de la hebra.
 
Trazos que con devoción
gris sobre blanco emergen
y un nombre, hecho oración,
 
seis letras: Carmen...,
que contienen la emoción
esperando un amén.

¡que suerte Carmen!, ¡y que envidia sana me das!
¿y lo sabrá?....

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