Madrid 18 de marzo de 2020
¡Hola!,
no me conoces ni yo a ti, tal vez me equivoque en el género de algunos verbos o
artículos, pero eso…¿qué más da?, lo único que pretenden las letras es arropar,
de que te sientas arropado, acompañado y respaldado.
No
dejes nunca de sentirte así, convéncete de que es así, que estás arropado,
acompañado, respaldado, ¡no te vengas abajo!, ¡ahora no!, ¡te necesitamos
fuerte en la lucha!, si tiras la toalla, se van a enfadar en la lavandería, y
aquí todo el mundo estamos arrimando el hombro, y necesitamos que estés de buen
ánimo.
Si,
se hace largo, todos los minutos, son iguales, es como si el reloj de arena se
hubiera quedado sin cuerda, pero siempre hay que pensar en el futuro, en ese
tiempo que vendrá y que será escrito, entre cuatro paredes (o no), en letra
verdana del 11 y justificado, y que probablemente será leído en voz muy alta, y
a todo pulmón en donde tú quieras.
No
dejes de pensar un solo segundo (¡ya ves!, esto al final va a ser sólo cuestión
de tiempo), que estás en las mejores manos, y que tu soledad y la mía se han
hecho tan colegas, que ni un coronavirus las va a poder separar contraviniendo
todas las órdenes, así que perderán toda su entidad, dejarán de ser soledades.
Sabes
que no nos podemos abrazar ni besar, la ventaja de escribir, es que puedes
hacer todo eso sin temor al contagio, sin mascarillas, ni guantes, a pelo y a
tutiplén. Por eso te mando un montón de besos y abrazos, en el deseo, que
pronto se puedan hacer realidad para todos.
Me
llamo Raquel, y no me conoces, pero eso ¿qué más da?.
Raquel
cartas.venceremos.covid19@gmail.com