El invierno este año se está haciendo notar, ahora en sus postrimerías, cuando apenas le queda un aliento, igual que un animal herido que se levanta y enfurecido acomete un asalto final.
Pese que los días van siendo más largos, y que en algunos lugares ya van brotando los almendros, el invierno se empeña en congelarnos la sonrisa, en detener el implacable ascenso de la primavera.
Los ánimos se enfrían, y lo que apetece es hacerse un ovillo. También el pensamiento languidece.
Está nevando sobre Madrid...
San Martín de la Vega del Alberche- Ávila - Marzo 2008 |
Y hace mucho frío, pega hacer un poema de
invierno, y casi casi ponerle cadenas al corazón, aunque casi mejor que no, que
resbale, o que se apañe con los eslabones que tiene naturalmente cualquier
corazón que no sea solitario.
Ni
el tizón de mi alma derrite
estos
versos del frío,
escritos
en aguanieve
desde
que te has ido.
Poema
vestido de invierno
aterido,
desolado,
silencioso,
blanco desierto
sin
consuelo, ni resguardo,
nacido
de la nostalgia
cuando
le da por nevar,
del
recuerdo hecho ventisca
convertido
en temporal.
(Escrito en Noviembre de 2009)